Alvarado – una mirada fraternal - Cuba im Film

festival del cine cubano
Direkt zum Seiteninhalt

Hauptmenü:

Alvarado – una mirada fraternal

Archiv > Programm 2019
Donnerstag | 30.5.2019 | 20.30 Uhr

Alvarado – una mirada fraternal (Alvarado – ein brüderlicher Blick)

Regie/Dirección: Hans Böffgen; Kuba/Deutschland 2019; 54 Min.; OmU
In Anwesenheit des Regisseurs/en presencia de su director

„Meine erste Begegnung mit Alvarado hatte ich bei der Premiere des Dokumentarfilms „El melao de caña“ im Kino von Mella, im Osten Kubas. Ich hatte ein Lied von ihm verwendet, ein Lied über die örtliche Zuckerrohrfabrik, die Thema des Films war. Wir redeten kurz miteinander, verabredeten uns für den nächsten Tag. Er hatte erfahren, dass ich auch Maler bin, ebenso wie er selbst, und er wollte mir seine Arbeiten zeigen.
Wir trafen uns in seinem Häuschen, wo er wohnt und wo er malt und wo er Gitarre spielt. Er packte sofort die Farben aus, ich suchte mir Malunterlagen, wir tranken Rum, und wir malten los. Es kamen Freunde, alle musizierten zusammen, ich malte sie, und wir tranken. Meine Kamera war immer dabei. Oft nahm Alvarado sie, und er benutzte sie wie seine Gitarre, wie seinen Pinsel. Und immer sang Alvarado, alleine, mit seinem Sohn der zu Besuch kam und Bongo spielte, mit den Freunden. Ich lernte alle kennen die in seinen Lieder eine Rolle spielten: den alten Herrn „Tic Tac“, der fast täglich zu Besuch kommt, aber meistens Frauen, glückliche und unglückliche Lieben.
Alvarado musste alles, was ihn tief bewegte, zum Lied machen. Nur so konnte er damit fertig werden. Jeder im Dorf kennt ihn. Er ist beliebt, aber er ist auch Außenseiter. Die Freiheit die er sich nimmt, erschreckt. Und zugleich wissen sie: er ist der Erzähler ihres alltäglichen Lebens“ (H.P. Böffgen).
Im Dezember 2018 nahm Alvarado mit seiner Gruppe „Trio Son Alvarado“ in Santiago de Cuba seine erste CD auf.Im Herbst dieses Jahres wird er für ein paar kleine Konzerte nach Deutschland kommen.

                                            

»Mi primer encuentro con Alvarado lo tuve en la premier del documental El melao de caña en el cine del pueblo Mella, en el oriente de Cuba. Yo había usado una canción suya, una canción sobre el central azucarero local, que fue el tema de ese filme. Hablamos brevemente y quedamos en vernos al día siguiente. Él se enteró que yo que yo también era pintor, como él mismo, y quería mostrarme su trabajo. Nos encontramos en su casita, donde vive, pinta y toca la guitarra. Sacó enseguida sus pinturas, yo busqué los utensilios con los cuales pintar, bebimos ron y pintamos. Llegaron amigos, todos tocamos juntos, yo los pintaba a ellos, y bebíamos. Mi cámara estuvo siempre ahí. A veces Alvarado la tomaba y la usaba como su guitarra, como sus pinceles. Y siempre cantaba, solo, con su hijo, que llegó de visita y tocaba el bongó, con los amigos. Yo conocí a todos los que desempeñaban un papel en sus canciones: el viejo señor Tic Tac, que casi diariamente lo visitaba, pero en su mayoría mujeres, amores felices y tristes. Alvarado tenía que convertir en canción todo lo que lo conmovía profundamente. Solo así él podía superar la situación. Todos en el pueblo lo conocen. Es querido, pero también un outsider. La libertad que se toma asusta. Pero al mismo tiempo saben que él es el que cuenta sus vidas cotidianas.« (H.P. Böffgen).


Zurück zum Seiteninhalt | Zurück zum Hauptmenü